La mente es como un caballo loco que nos saca del presente. Para domarla respiramos, la observamos y no nos identificamos con el torrente incesante de pensamientos. STOP Ser Testigo Observador Presencia
Es muy loco que en estos momentos siento como si fuera algo "muy especial" vivir el aquí y el ahora.
Como si hablara con Dios o algo así. Lo quiero transmitir y parece como si fuera algo muy extraño.
Como si hubiera que hacer un curso o seguir alguna técnica para estar aquí y ahora.
Y en realidad no hay que hacer nada. Ya está aquí. Pero si es tan simple porque viví tantos años de otra manera?
"Actitud Mental Positiva" es una guía que hice para mí mismo a la edad de 30 años. Surgió de una serie de reflexiones "muy profundas" (tan profundas como pude). Básicamente en esta guía plasmé "mis propias reglas". Siempre consideré que tanto en el ajedrez como en la vida hay "principios guía" que nos pueden ayudar a tomar mejores decisiones. Entonces al cumplir 30 años de edad me puse en la tarea de hacer "mi propia guía" (en ajedrez lo hice y lo hago constantemente). De todas las experiencias que había vivido hasta ese momento, de todas las lecturas, de las personas que más influyeron en mi vida, de mis propias ideas, si tuviera que plasmar en 10 puntos que es lo que "personalmente" considero importante, ¿cuáles son las pautas que "elijo" seguir?, esto es lo que consideré. Así que lo puse por escrito e intenté "estar a la altura" de mis propias pautas, cosa que obviamente no siempre pude lograr pero mediante sucesivos ajustes cada vez me voy acercando más. Esta guía siempre fue un "cable a tierra" que me ayudó aún en mis peores momentos, justamente esa es la idea.
Las reflexiones de aquella época se mezclan con las actuales, así que toma la palabra "mi yo actual" ya que no recuerdo tanto lo que pensaba antes como lo que estoy pensando ahora. El punto es que "la mayoría de la gente" (o por lo menos muchas de las personas que yo he conocido a lo largo de mi vida) viven muy pendientes del entorno y reaccionan a lo que "sucede afuera" sin mucho discernimiento de porqué hacen o dejan de hacer lo que hacen. Y observé que muchas personas hacen algo "argumentando" que "otros" lo hacen o que "las cosas siempre se hicieron así" y es como si "le pidieran permiso" a los demás para poder "encajar". De mi parte siempre fui "por la contraria" pensando que "la mayoría de las personas están equivocadas". Sé que "suena feo", pero en el mundo la mayoría de las personas no tiene "la vida que quisiera tener" y lamentablemente ni siquiera una vida digna (aunque en esta cuestión, sí tienen incidencia "fuerzas externas"). No me voy a extender en esto, pero en el ajedrez, la mayoría de las personas no juegan bien, no tienen muy claro como mejorar, admiran a los que realmente juegan bien, pero no hacen lo que hay que hacer para jugar bien. Básicamente dedicarse a trabajar en "mejorar cada aspecto de nosotros mismos" . Creo que para mejorar en ajedrez o para ser mejor persona es necesario un trabajo interno sostenido durante toda la vida. Aunque nunca me basé en lo que hacían otros, mis propias emociones me dominaban.
Con respecto a la gente que sufre, que no la está pasando bien, y los que realmente la están pasando muy mal, pasando hambre, en situaciones de pobreza extrema, de enfermedad y lo que realmente le está sucediendo a gran parte de la población mundial, creo que la mayor empatía, solidaridad y COMPARTIR lo que podamos. Aportar nuestro "granito de arena" , "ser semillas de la NUEVA HUMANIDAD"
No me gusta mi vida actual. Quiero cambios y no se que hacer.
Lo que hagan otras personas no es una base confiable.
Mis propias emociones mucho menos.
Debe haber algunas pautas para vivir una vida mejor.
Las pautas del estilo de los 10 mandamientos y "otras guías" se que son razonables pero yo quiero hacerme mis propias pautas. E intentar vivir de acuerdo a ellas.
Me puse en la tarea. Las formulé por escrito e intente vivir de esa manera.
Cada vez que mi situación externa era difícil y mi estado emocional estaba alborotado, recurrí a estas pautas. Realmente me ayudaron mucho.
Cada vez que "fallé" (pecar es errar el blanco) lo acepté como un error mío y simplemente seguí adelante. En este sentido el ajedrez me ayudó mucho.
HOY decido compartirlas con vos.
Lo que quiero, es alentarte a que formules las reglas de tu vida y vivas de acuerdo a ellas.
EN REALIDAD estos "decálogos", "normas" , "10 mandamientos", "Yama y Niyama", "pautas", de diferentes culturas, de diferentes religiones y hasta los que nosotros mismos hacemos , no serían necesarias desde un "estado de conexión" , "de presencia" , o como le queramos llamar. «Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos». AGUSTÍN DE HIPONA
VIVIR CON INTENCIÓN
Vivir plenamente conectados con el momento presente. Libres de culpas del pasado y preocupaciones por el futuro. Actuar con desapego. Seguir un camino con corazón. Libres del miedo y de la ambición. Sentir intensamente, pensar con claridad. Intentar esta actitud ante la vida. Sintonizar con el ritmo natural de las cosas. Tener en cuenta que vamos a morir y que cada minuto cuenta. Tomar decisiones considerando todos los pormenores de una situación. Eso es control. Entregarse a la acción. Eso es abandono.
NOTA ACTUAL
"Vivir con intención" surgió en una época posterior en la cual estaba muy entusiasmado con los libros de Castaneda y unas prácticas llamadas "Tensegridad". Realmente sentí una energía muy especial y hasta tuve muy buenos resultados en ajedrez ya que mi concentración era muy profunda. En el 98 gané el superior de Torre Blanca con 8 en 9 (venciendo a Felgaer, Fiorito, Dolezal, etc) y luego viajé a Chile y gané también con 8 en 9 un abierto Esucomex y con 9 sobre 11 el Campeonato Chileno Absoluto. Creo que estas prácticas y otras similares tipo Yoga, Tai Chi, etc "movilizan energías" y son de gran ayuda. En realidad ser consciente de la respiración, aprender a relajarse, darle movilidad al cuerpo y aprender a "sentir" nuestra energía vital, nos permiten vivir de otra manera. EXPERIMENTARLO.
ACTUALMENTE estoy muy alineado con Emilio Benito Carrillo. Escucharlo hablar me dá paz. Siento una conexión muy íntima con algunas cuestiones que expresa. Su blog es http://emiliocarrillobenito.blogspot.com/
NOTITA FINAL el apodo de "PAI" me lo puso mi querido amigo Marcelo Beckerman y lo "siento" muy a mi medida GRACIAS BECKY
Circula por las redes sociales un artículo del Dr. Manuel Posso Zumárraga del que surge un nuevo término, la sexalescencia, para identificar a un grupo de adultos de 60 o más años.
Describe hombres y mujeres que manejan las nuevas tecnologías, modernos, progresistas, con ganas de disfrutar de la vida, aprender, colaborar con la sociedad, viajar, conocer gente nueva, y ser dueños de su destino, renunciando a la ubicación como personas de la tercera edad.
Es una generación que ha echado fuera del idioma la palabra “sexagenario”, porque sencillamente no tiene entre sus planes actuales la posibilidad de envejecer. Se trata de una verdadera novedad demográfica parecida a la aparición, en su momento, de la “adolescencia”, que también fue una franja social nueva que surgió a mediados del Siglo XX.
Este nuevo grupo humano que hoy ronda los sesenta o setenta, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria. Son hombres y mujeres independientes que trabajan desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el significado tétrico que tanta literatura le dio durante décadas al concepto del trabajo.
Lejos de las tristes oficinas, muchos de ellos buscaron y encontraron hace mucho la actividad que más le gustaba y se ganan la vida con eso.
Debe ser por esto que se sienten plenos; algunos ni sueñan con jubilarse. Los que ya se han jubilado disfrutan con plenitud de cada uno de sus días sin temores al ocio o a la soledad. Disfrutan el ocio, porque después de años de trabajo, crianza de hijos, carencias, desvelos y sucesos fortuitos bien vale mirar el mar con la mente vacía.
La mujer sexalescente pudo sobrevivir al deseo de poder que le dio el feminismo de los 60 y pudo detenerse a reflexionar qué quería en realidad. Algunas se fueron a vivir solas, otras estudiaron carreras que siempre habían sido masculinas, algunas estudiaron una carrera universitaria junto con la de sus hijos, otras eligieron tener hijos a temprana edad, fueron periodistas, atletas o crearon su propio “yo”.
Este tipo de mujeres nacidas en los 50s.
Pero algunas cosas ya pueden darse por sabidas, por ejemplo que no son personas detenidas en el tiempo; la gente de “sesenta o setenta”, hombres y mujeres, manejan la compu como si lo hubiera hecho toda la vida. Se escriben, y se ven, con los hijos que están lejos y hasta se olvidan del viejo teléfono para contactar a sus amigos. Por lo general están satisfechos de su estado civil y si no lo están, no se preocupan por cambiarlo.
A diferencia de los jóvenes; los sexalescentes conocen y ponderan todos los riesgos. Nadie se pone a llorar cuando pierde: sólo reflexiona, toma nota, cultivan su propio estilo… Ellos no envidian la apariencia de jóvenes astros del deporte, ni ellas sueñan con tener la figura de una vedette. En lugar de eso saben de la importancia de una mirada cómplice, de una frase inteligente o de una sonrisa iluminada por la experiencia. Hoy la gente de 60 o 70, como es su costumbre, está estrenando una edad que todavía NO TIENE NOMBRE, antes los de esa edad eran viejos, hoy están plenos física e intelectualmente, recuerdan la juventud, pero sin nostalgias y ellos lo saben.
La gente de 60 y 70 de hoy celebra el Sol cada mañana y sonríe para sí misma muy a menudo…hacen planes con su propia vida, no con la de los demás.
Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor la pierden y te culpan a ti. Si puedes seguir creyendo en ti mismo cuando todos dudan de ti, pero también toleras que tengan dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera; o si, siendo engañado, no respondes con engaños, o si, siendo odiado, no incurres en el odio. Y aun así no te las das de bueno ni de sabio.
Si puedes soñar sin que los sueños te dominen; Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo; Si puedes encontrarte con el Triunfo y el Desastre, y tratar a esos dos impostores de la misma manera.
Si puedes soportar oír la verdad que has dicho, tergiversada por villanos para engañar a los necios. O ver cómo se destruye todo aquello por lo que has dado la vida, y remangarte para reconstruirlo con herramientas desgastadas.
Si puedes apilar todas tus ganancias y arriesgarlas a una sola jugada; y perder, y empezar de nuevo desde el principio y nunca decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón, y tus nervios y tendones, a cumplir con tus objetivos mucho después de que estén agotados, y así resistir cuando ya no te queda nada salvo la Voluntad, que les dice: “¡Resistid!”.
Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud. O caminar junto a reyes, sin menospreciar por ello a la gente común. Si ni amigos ni enemigos pueden herirte. Si todos pueden contar contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el implacable minuto, con sesenta segundos de diligente labor Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella, y —lo que es más—: ¡serás un Hombre, hijo mío!